domingo, 17 de octubre de 2010

CAP 008: LA PENDEJADA


Los wiracochas salieron de entre la espuma marina, eran blancos y barbados, destellantes gracias a sus armaduras y montaban unos monstruos con crin; sin olvidar que lanzaban unos rayos que te quitaban la vida de manera instantánea. Muchos indígenas los vieron como libertadores divinos, venían a liberarlos del yugo incaico. Los españoles, ni tontos, les siguieron el juego para su conveniencia. Regodeándose en su blasfemia se hicieron pasar por dioses.
¡Oye gringo, lámeme el escroto! A lo que el extranjero responde con una sonrisa sin entender ni un carajo. En general, la percepción de los que visitan nuestra patria es que el peruano es de puta madre y el país una mierda. También hay de los que hacen su agosto con estos incautos, pero no son la mayoría y muy al contrario se les trata incluso mejor que a su propio compatriota. Para que al final nos agarren de imbéciles.
Primero ayúdate a ti, luego a tu hermano y de último al bárbaro.
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