Cuando papá y mamá se conocen.
Dos mundos de mierda chocaban, conquistadores renacentistas cuyo ídolo era el dinero se enfrentaban a indios cuyas deidades acababan de salir del mar. El hierro hispano chocó contra la piedra incaica. El arcabuz arremetió contra la honda. El caballo no tuvo par. Dos ideologías se encontraron con tecnologías que hacían la diferencia, rueda, alfabeto, pólvora y acero; diferencias para tomar en cuenta pero no comparables a las distintas mentalidades políticas.
Los españoles eran unos lobos en la arena política, se las sabían todas; tenían una tradición de intrigas y ardides, siglos de pendejada política. Los indígenas no tenían tanto level, los otros estaban con esa maquiavélica moda “el fin justifica los medios”; que juntó a la estrategia cesariana “divide y vencerás” le cagó el cerebro a la cosmovisión andina, mucho más tranqui.
Escucha pendejo, la pendejada queda entre nosotros y la mierda nos la comemos, de lo contrario la esperanza nos la metemos al culo de una vez.
Dos mundos de mierda chocaban, conquistadores renacentistas cuyo ídolo era el dinero se enfrentaban a indios cuyas deidades acababan de salir del mar. El hierro hispano chocó contra la piedra incaica. El arcabuz arremetió contra la honda. El caballo no tuvo par. Dos ideologías se encontraron con tecnologías que hacían la diferencia, rueda, alfabeto, pólvora y acero; diferencias para tomar en cuenta pero no comparables a las distintas mentalidades políticas.
Los españoles eran unos lobos en la arena política, se las sabían todas; tenían una tradición de intrigas y ardides, siglos de pendejada política. Los indígenas no tenían tanto level, los otros estaban con esa maquiavélica moda “el fin justifica los medios”; que juntó a la estrategia cesariana “divide y vencerás” le cagó el cerebro a la cosmovisión andina, mucho más tranqui.
Escucha pendejo, la pendejada queda entre nosotros y la mierda nos la comemos, de lo contrario la esperanza nos la metemos al culo de una vez.